lunes, 19 de noviembre de 2012

Se busca abrigo

En Madrid me da la impresión de que las estaciones llegan corriendo de la noche a la mañana. O quizá sean los efectos secundarios de salir poco del cuarto-cueva-fábrica de dibujos que habito. Como sea, apenas me di cuenta de que es otoño. Qué bonito es. Viniendo del DF, donde el clima cambia poco y lentmente, vivir las estaciones es algo nuevo. Yo tenía todavía en la cabeza, y otros sitios, el verde loco de verano.


Las nuevas estaciones para mi, de mente jacarandosa y espíritu semi tropical, tienen efectos fuertes. Mudar las cosas según los tiempos no es tan obvio en mi experiencia. Cambio de horas de luz, de hábitos alimenticios, de indumentaria, de antojos musicales, de disposición emocional... Hablando de indumentaria, estoy aprendiendo lo que se usa en el otoño. Ponerme de tres a cuatro capas de suéteres a la mexicana no es la opción. Tampoco el abrigo de pies a cabeza con sauna incluido. Creo que necesito un punto medio. Algo poco pesado, con forro, al que no se le cuele el viento.
¡Busco un abrigo! He estado mirando, pero no encuentro lo que quiero. Este es el dibujo de mi abrigo de los sueños para un día ideal en el Retiro. Pienso que si voy elegante y refinada seguro que la policía montada no me recnonoce.
Por cierto, es muy importante que sea verde (hay tonos opcionales al lado).  Me estoy preparando para un largo invierno europeo y si Mahoma no va a las montañas aztecas, que venga el verde a ponerse encima.
Así que si alguien se encuentra a mi abrigo por ahí ¡aviseme!



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